En otras entradas de este blog me he referido a esos 'alimentos milagro' o 'superalimentos' como el brócoli. Añadiendo uno más a esa selecta lista, el kiwi constituye uno de los más destacados gracias a sus excepcionales propiedades.
Solemos incluir kiwi en nuestra dieta por su alto contenido en vitamina C (el doble que las naranjas) y, sobre todo, por la gran cantidad de fibra que contiene, lo que lo hace un excelente aliado contra el estreñimiento. Posee una importante cantidad de luteína, antioxidante beneficioso, según algunos estudios, para la salud ocular. Tiene además un excelente sabor y es fácil de consumir, lo que la hace una fruta muy adecuada para los más pequeños.
Pero las propiedades del kiwi van más allá de todo eso, puesto que un reciente estudio de la Universidad de Oslo destaca que su consumo habitual puede reducir la tensión arterial y por tanto beneficiaría al sistema cardiovascular.
Este blog pretende ofrecer consejos que permitan mejorar la salud a través de la alimentación
lunes, 26 de diciembre de 2011
viernes, 23 de diciembre de 2011
sábado, 17 de diciembre de 2011
Cuidado con los zumos de frutas envasados
Son cómodos de transportar, saben bien y nos hacen pensar en muchas ocasiones que consumimos productos saludables. Son los zumos de frutas envasados, un producto del que se abusa sobre todo en la infancia, a pesar de que numerosos pediatras han advertido sobre sus riesgos.
Este tipo de bebidas es rica en azúcares de absorción rápida, esa que se queda en la boca y aumenta la acidez de la placa dental provocando caries. Por esta misma razón tienen un alto contenido en calorías, promoviendo la obesidad sin proporcionar valor nutritivo apenas, puesto que la mayoría de este aporte energético lo constituyen calorías vacías. Pero es que además este tipo de zumos suele contener sorbitol, un edulcorante que se absorbe mal y que puede provocar flatulencias y a veces diarrea.
Por si fuera poco, y debido a la mala política de etiquetado reinante en España, en muchas ocasiones no sabemos qué estamos tomando realmente, pese a que parece que el Parlamento Europeo acaba de aprobar una norma para clarificar los contenidos.
No caigamos en el error de pensar que el agua es una mala opción para que los niños lleven en sus mochilas al colegio, de hecho es la mejor alternativa. Pero tampoco creamos que los zumos de frutas deben consumirse por norma entre los adultos porque el aporte nutritivo es escaso.
Este tipo de bebidas es rica en azúcares de absorción rápida, esa que se queda en la boca y aumenta la acidez de la placa dental provocando caries. Por esta misma razón tienen un alto contenido en calorías, promoviendo la obesidad sin proporcionar valor nutritivo apenas, puesto que la mayoría de este aporte energético lo constituyen calorías vacías. Pero es que además este tipo de zumos suele contener sorbitol, un edulcorante que se absorbe mal y que puede provocar flatulencias y a veces diarrea.
Por si fuera poco, y debido a la mala política de etiquetado reinante en España, en muchas ocasiones no sabemos qué estamos tomando realmente, pese a que parece que el Parlamento Europeo acaba de aprobar una norma para clarificar los contenidos.
No caigamos en el error de pensar que el agua es una mala opción para que los niños lleven en sus mochilas al colegio, de hecho es la mejor alternativa. Pero tampoco creamos que los zumos de frutas deben consumirse por norma entre los adultos porque el aporte nutritivo es escaso.
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viernes, 9 de diciembre de 2011
Cinco comidas al día
Comer cinco veces al día contribuye a disminuir el sobrepeso y la obesidad. Frente a la costumbre generalizada en nuestro país de hacer tres comidas (y a veces exclusivamente dos, puesto que se prescinde del fundamental desayuno), lo idóneo sería comer cinco veces al día, lo que tendría un efecto saciante que evitaría comer de forma sobreabundante, especialmente en la cena, un patrón de consumo que suele llevar a la obesidad.
Fraccionar las comidas nos permitiría controlar los ataques de hambre, los picoteos entre comidas y, además, mantendría nuestro metabolismo activo, puesto que no pasarán muchas horas entre una ingesta y la siguiente. Obviamente también deberá reducirse el tamaño de las raciones y es conveniente que bebamos en torno a ocho vasos diarios de líquido, preferiblemente agua.
Un buen desayuno, un tentempié ligero a media mañana, un almuerzo que incluya proteínas, vegetales, verduras e hidratos complejos (pan, pasta, arroz, patatas...), una merienda similar a la de media mañana y una cena más liviana y dos horas antes de ir a la cama, permitirá a nuestro organismo disponer de energía de forma equilibrada a lo largo de todo el día.
Fraccionar las comidas nos permitiría controlar los ataques de hambre, los picoteos entre comidas y, además, mantendría nuestro metabolismo activo, puesto que no pasarán muchas horas entre una ingesta y la siguiente. Obviamente también deberá reducirse el tamaño de las raciones y es conveniente que bebamos en torno a ocho vasos diarios de líquido, preferiblemente agua.
Un buen desayuno, un tentempié ligero a media mañana, un almuerzo que incluya proteínas, vegetales, verduras e hidratos complejos (pan, pasta, arroz, patatas...), una merienda similar a la de media mañana y una cena más liviana y dos horas antes de ir a la cama, permitirá a nuestro organismo disponer de energía de forma equilibrada a lo largo de todo el día.
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