Un asombroso estudio llevado a cabo por dos universidades canadienses sobre 27.000 personas ha determinado que una dieta saludable basada en verduras y frutas crudas puede modificar el gen 9p21, uno de los principales marcadores de enfermedades cardiovasculares.
Los resultados del trabajo indican que los individuos que poseen este indicador y que consumieron una dieta con abundantes frutas, verduras y bayas, pasaban a tener las mismas posibilidades de padecer un ataque al corazón que otras personas con bajo riesgo.
La clara conclusión es que una persona con genotipo de alto riesgo puede revertir esta situación consumiendo importantes cantidades de productos crudos en forma de fruta, verdura y bayas. La cantidad recomendada, una vez más, son cinco porciones al día.