No porque, como muchos creen, engorden menos, sino porque son más ricos en fibra. Y el consumo regular de fibra ofrece unos beneficios que justifican dejar a un lado los cereales refinados para optar por los que cuentan con su cáscara, los integrales.
Los beneficios de la fibra son un hecho comprobado, pero cada vez más estudios apuntan sus bondades. El trabajo, realizado por miembros del National Cancer Institute (EE.UU.), evidencia que el mayor consumo de fibra supone menos riesgo de muerte por causas cardiovasculares, así como infecciosas y respiratorias. Además concluyeron que la fibra más beneficiosa es la que proviene de cereales integrales.
Las recomendaciones son de un consumo de entre 25 y 30 gramos al día de diferentes fuentes, como frutas, verduras y cereales integrales.
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