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Fuente: www.nutricion-dietas.com |
Sus beneficios para la salud están probados desde hace tiempo. El
aceite de oliva y los
frutos secos (especialmente las nueces), consumidos con moderación, suponen un aliado para prevenir numerosas enfermedades. La novedad la han dado a conocer, en ésta ocasión, científicos españoles del Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatológica de la Obesidad y la Nutrición, presentando un estudio realizado sobre 7.500 participantes de diferentes regiones del país en el que se demuestra que la
dieta mediterránea, acompañada de aceite de oliva vírgen extra y frutos secos reduce la incidencia de problemas cardiovasculares graves, como el ictus o los infartos.
Incluir en la dieta 50 mililítros de aceite de oliva vírgen extra y 30 gramos de nueces, avellanas o almendras (no fritas) al día supuso, en el grupo al que se suplementó con éstos alimentos, disminuir significativamente las posibilidades de padecer problemas graves cardiovasculares. El grupo que se limitó exclusivamente a reducir la ingesta de grasas no obtuvo los mismos resultados.
El estudio, de una alta solidez científica, demuestra además que el cambio en los patrones dietéticos consiguió excelentes resultados incluso en personas de más de 60 años.
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