La ecuación inestable es la resultante del desfase entre la evolución material y la biológica. La evolución biológica de los seres humanos es muy lenta frente a la evolución material, que progresa rápidamente. Es lo que sostiene en el interesantísimo libro 'El Mono Obeso' Enrique Campillo, médico especialista en Nutrición.
Como consecuencia de esta ecuación los genes programados para ahorrar de los primates, de forma que pudieran enfrentarse a hambrunas y a escasez, (además de que practicaban ejercicio diariamente) siguen primando en los hombres. Hemos pasado en poquísimo tiempo de la escasez a la abundancia y nuestro organismo no ha asumido este cambio, por lo que acumulamos grasa que tiene como consecuencia padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión, arteriosclerosis, obesidad, síndrome metabólico...
La única solución posible pasa por bajar la ingesta de calorías y aumentar la actividad física diaria. En definitiva, ser más coherentes con nuestro organismo.